miércoles, 6 de noviembre de 2013

13º Ensayo de la clase: Significado y significante



Las ideas preexisten a las palabras, lo que primero hacemos es pensar en una imagen y después la asociamos con algo que conozcamos.

“Lo que el signo lingüístico une no es una cosa y un nombre sino
un concepto y una imagen acústica” (P. 91)

El concepto siempre va de la mano de la imagen acústica, Saussure cambio estos términos por los de significado y signifícate. Lo significante son las  cosas perceptibles, como un sonido, color o gesto y el significado no es perceptible si no que es un concepto, una idea, una imagen mental.

El signo es arbitrario ya que cada lengua tiene sus propios significantes.

“Sirvan de prueba las diferencias entre las lenguas y la existencia misma de
lenguas diferentes: el significado 'buey' tiene por significante bwéi a un
lado de la frontera franco-española y böf (boeuf) al otro, y al otro lado de
la frontera francogermana es oks (Ochs)”. (P. 93)

Esto se da como cuando no hay conexión entre los objetos y lso nombres dados, porque no tenemos conocimiento sobre esto y no lo podemos asociar con un significante.

El significante es de carácter linear, todo lo que escuchamos en su tiempo, el mecanismo de la lengua depende de esto. Si el mensaje no se dice con este principio su significante podría cambiar totalmente, así que tiene que haber una sucesión de signos en el tiempo para que las cosas sean congruentes.
El signo es inmutable, es impuesto por una comunidad lingüística y no puede tener variables espontaneas y tajantes.
“En cualquier época que elijamos, por antiquísima que sea,
ya aparece la lengua como una herencia
de la época precedente”. (P. 97)

Tiene que haber ciertos factores históricos para que el signo pueda cambiar, para que sea inmutable.

El signo cuenta con una cualidad contradictoria que es la mutabilidad que dice que con el paso del tiempo se cargan nuevos sentidos a los signos para que vaya evolucionando.




Referencias


Saussure, F (1945). Cours de linguistique genérale. (Trad. Armando Alonso). Buenos Aires. Ed. Losada.

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